septiembre 24, 2008
septiembre 18, 2008
septiembre 14, 2008
Edward
Hace mucho tiempo, un inventor vivía en esa mansión. Inventaba muchísimas cosas. Un día, creó a un hombre. Y le dio entrañas, un corazón, un cerebro. Todo. Bueno, casi todo. Verás, el inventor era ya muy viejo. Murió antes de poder acabar al ser que había creado. Así que el hombre se quedó solo. Inacabado, y completamente solo. Se llamaba Edward. Antes de que él viniera, no nevaba nunca. En cambio después, sí nevó. Si él no siguiera vivo, ahora no estaría nevando... A veces aún bailo bajo la nieve.
Big Fish
- Fue aquella noche cuando Carl encontró su destino, y yo el mío… casi. Dicen que cuando conoces al amor de tu vida el tiempo se detiene… y es verdad. Lo que no dicen es que cuando se vuelve a poner en marcha, lo hace aún más rápidamente para recuperar lo perdido...
- Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias. Siguen viviendo cuando él ya no está. De esta forma, el hombre se hace inmortal.
septiembre 13, 2008
septiembre 10, 2008
septiembre 01, 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)